EL MODELO
Un modelo COLABORATIVO
Uno de los aspectos básicos sobre los que gira el modelo FpAR es la metodología de aprendizaje colaborativo basado en retos, que se concreta de dos formas complementarias:
- En primer lugar, los equipos docentes del ciclo colaboran en la reprogramación de éste con un objetivo común: “la adquisición de competencias”. Ya no se trata tanto de aprender contenidos aparentemente independientes o inconexos. Muy al contrario, la meta es mostrar cómo todos ellos se articulan y cobran sentido en situaciones similares a las que se han de afrontar en el trabajo diario de las empresas.
- En segundo lugar, el alumnado, a través de equipos de trabajo colaborativos, adquiere las competencias técnicas propias de cada ciclo y, sobre todo, las competencias transversales, cada vez más demandadas por el mercado laboral.
El trabajo en equipo potencia el aprendizaje a través de las interacciones sociales, el pensamiento creativo y la toma de decisiones. Este nuevo enfoque requiere que los centros educativos tomen como referencia las medidas que se han ido tomando en los lugares de trabajo más innovadores durante los últimos años: flexibilidad horaria, espacios flexibles, recursos materiales polivalentes, que abarcarían desde el mobiliario hasta los dispositivos digitales e informáticos. Se trata en definitiva de colaborar en unas condiciones de trabajo, de espacios y materiales, que impulsen esa colaboración.
Un modelo REAL
Una segunda característica que va de la mano del proyecto FpAR es la integración de trabajos reales. Para formar a profesionales altamente cualificados es necesaria una propuesta de actividades REALES ligadas a las competencias profesionales de los diferentes sectores productivos. Es aquí donde el modelo se acerca al alto rendimiento, más próximo a los desafíos que representa el mundo laboral que la enseñanza basada en módulos.
Las situaciones cotidianas en el mundo laboral no se circunscriben a un solo módulo formativo. En consecuencia: si queremos preparar al alumnado para integrarse de forma óptima a las empresas, deben estar preparados para integrar múltiples destrezas/competencias profesionales y transversales, que están interconectadas.
No hay que olvidar que actualmente los modelos educativos de formación profesional impulsan la formación DUAL en todos los ciclos formativos, lo que representa una buena oportunidad para la creación de retos o actividades diseñadas de forma coordinada con las empresas. La resolución de estos retos podría comenzar en el centro educativo y finalizar en las empresas, quedando así demostrado el valor de la formación en el centro y su continuidad en los entornos reales de trabajo.
Un modelo INTEGRAL
La enseñanza basada en retos que pretende impulsar el programa FpAR es un modelo integral que afecta a todo el ciclo formativo, es decir, a todos los módulos del ciclo. Nace de un equipo docente cohesionado y estable que desde la reflexión en común reorganiza el ciclo formativo, tomando como referencia las metodologías activas y COMPETENCIAS PROFESIONALES
Esta reorganización pasa por fijar las competencias clave y generar una guía de aprendizaje que permita al alumnado adquirir la cualificación que el mercado laboral demanda. La clave de todo este proceso son las actividades INTERMODULARES con el objetivo de asemejar al máximo las actividades de los centros educativos a las realizadas en cualquier entorno laboral.
Este modelo de formación integral incluye competencias transversales, con el fin de dotar al alumnado de herramientas que le faciliten integrarse en entornos de trabajo en equipo, expresarse de forma adecuada, organizar su trabajo y ser capaz de gestionar sus emociones. El objetivo no es sólo formar a profesionales altamente cualificados, sino a ciudadanos de una sociedad que ha de adaptarse a los retos de nuestro tiempo.
Un modelo PERSONALIZADO
Por último, FpAR es un modelo PERSONALIZADO, en el que el alumnado es protagonista de su propio aprendizaje. Desde la pregunta ¿Qué profesional quiero ser?, cada alumno/a avanza hacia el diseño de su CARRERA PROFESIONAL, integrada por las competencias profesionales que demanda el mercado laboral. Para ello es indispensable un ITINERARIO FORMATIVO personal y que se llevará a cabo dentro de un entorno flexible. El equipo docente ha de servir de guía, mediante de procesos de autoevaluación y feedback.
En el marco FpAR el itinerario formativo no concluye en el ámbito escolar: una carrera profesional de éxito exige una formación continua, por lo que habrá que dotar al alumno/a de estrategias de autoaprendizaje que le acompañen a lo largo de la vida. El aprender a aprender es una de las bases de este modelo que busca que el/la alumno/a pueda adaptarse a los cambios del sistema productivo.